En octubre se casa mi mejor amigo. Desde hace más de 27 años hemos estado mano a mano en mil cosas y el fútbol ha sido un eje muy importante. Hemos jugado en muchos equipos y campeonatos. Y hemos visto muchos partidos juntos.
Recuerdo, hace casi 20 años, ver junto a él las dos finales fatídicas de la Champions, donde el Valencia cayó contra Real Madrid y Bayern respectivamente. Y esa espinita se nos quedó clavada. Teníamos pendiente disfrutar conjuntamente de una nueva final de nuestro equipo.
Hace unos meses, los amigos hicimos el típico grupo de WhatsApp para su despedida donde se pone de todo menos lo que se tiene que poner. Varias opciones de destino mientras el Valencia comenzaba a pasar de rondas en la propia Copa del Rey. Se acercaba la semifinal, en lo que fue un partido épico contra el Betis, y nos la jugamos alquilando ya la correspondiente casa por si se daba el caso. Y se dio. Así que para allí que nos fuimos.
Una vez en la estación de Sevilla, a Nacho le tocó disfrazarse de Thor (personaje que odia profundamente) y ya comenzó a causar sensación en medios y aficionados. Desde salir en los noticias de la tele a entrevistas en radio. Mejor no podía comenzar, además de ser un presagio. Ese viernes, aparte de todo esto, coincidimos con Meriton y todo su equipo en el restaurante donde comimos. Junto a la correspondiente fotografía de «Thor» con Anil.
Pero el plato fuerte lo reservamos para el sábado. Le tocó ir vestido de fallera y, ataviado con esta vestimenta, consiguió ser uno de los focos de atención. Tanto en la Fan Zone –con actuación improvisada en el escenario–, como en el propio campo.
Después de toda la jornada en la Fan Zone dando la nota, tocaba ir camino al campo. Muchos nervios y muchas ganas. El hecho de llevar 11 años sin ganar un título se palpaba en el ambiente. Mucha familia con niños, mucho grupo de amigos y mucho fan incondicional que quería volver a ver al Valencia de sus mejores años.
El resto es historia.
Nunca perdimos la ilusión.
El murciélago vuelve a volar.
Soñar que no tenemos techo.
Pics by Pau Pia & Carlos Sanjosé
Olympus Mju II + Leica Mini 3
Thanks adidas