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KELME: Subidas y bajadas.

Publicado: 22 / 01
Categoría: Equipajes Fútbol
Autor: Luis Gamón

KELME: Subidas y bajadas.

Publicado: 22 / 01
Categoría: Equipajes Fútbol
Autor: Luis Gamón

Gaizka Mendieta es recordado -para bien o para mal- por diversas peripecias: en la Serie A por aquella temporada con la camiseta de la Lazio (llegó como la segunda compra más cara de la historia del club), en España por sus años gloriosos en el Valencia y por el paréntesis con el Barcelona; los británicos, en cambio, cuando piensan en él, lo ven con la camiseta roja del Middlesbrough y los más jóvenes probablemente lo reconozcan sólo bajo la apariencia de DJ o comentarista. Unos ojos más atentos y los nostálgicos, sin embargo, asocian a Mendieta con una marca concreta: Kelme.

De hecho, el centrocampista vasco durante su carrera calzó las botas de la marca española que, como él, alcanzó la cima de la popularidad en los años 90 y luego se fue perdiendo con el comienzo del nuevo milenio. En algunas tiendas online aún se pueden comprar las botas Kelme dedicadas a él fabricadas en piel, de color negro y con la característica K que destaca en los laterales.

El ascenso


La historia de Kelme comenzó en 1977 -aunque los cimientos ya se habían puesto en 1963-, cuando los hermanos José y Diego Quiles fundaron una pequeña empresa de calzado en Elche, sin imaginar que en menos de veinte años se convertiría en una multinacional millonaria. El escudo es ya famoso: la zarpa negra, bajo la que destaca la rotunda leyenda Kelme.

El vínculo con el mundo del deporte se afianzó en 1979, cuando los españoles decidieron concentrar sus inversiones en el calzado deportivo, encontrando su principal salida en el ciclismo: de hecho, decidieron crear y dar nombre a un equipo profesional que se mantuvo vivo hasta 2006, año en el que fue eliminado del panorama de las dos ruedas debido a la Operación Puerto.

Pero ésta es ya la fase menguante de la historia del Kelme: en los años anteriores, de hecho, se había vivido un largo periodo de ascenso o, si se quiere utilizar la jerga ciclista, de subida.

A partir de 1983 Kelme empezó a centrarse en la ropa deportiva, pero la verdadera consagración de la pata negra, ligada al mundo del fútbol, se produjo en los años 90, durante los cuales la marca de Elche llegó a vestir por primera vez a la selección colombiana, un año más tarde a la española durante las olimpiadas para llegar a »poner el pie» en la camiseta blanca del Real Madrid en 1994. En Italia, sin embargo, recuerdan a Kelme sobre todo en las camisetas del Torino, que vistió la marca española de 1996 a 2001.

Merece especial atención el vínculo con el Real Madrid, seguramente el equipo más famoso que ha vestido Kelme durante varios años: en el verano de 1994 la garra española ocupa el lugar de Hummel en las camisetas de los blancos y diseña algunas de las camisetas más icónicas de los años 90. Kelme acompaña al Real Madrid hasta 1998, en un camino de renacimiento progresivo que lleva al equipo a ganar la séptima Liga de Campeones después de que la última se hubiera levantado más de treinta años antes, en 1966. En esos cuatro años se han producido camisetas destinadas a entrar en la historia tanto por sus detalles, como por los jugadores que las han vestido, con un nombre por encima de todos: Raúl.

La caída


La crisis de la marca comenzó en 2003, cuando afloraron los problemas presupuestarios a raíz de las revelaciones del ex consejero delegado Javier Vázquez-Doredo: tras ser despedido, el directivo reveló ante el juez que la empresa tenía deudas por valor de 32 millones de euros y que se habían producido pérdidas de más de 5 millones en los dos ejercicios anteriores, un auténtico agujero teniendo en cuenta que en 1998 Kelme facturó 58.000 millones y que en 2001 llegaron a ser »sólo» 38.

A pesar del intento de »rescate» por parte de la Generalitat Valenciana, que para intentar salvar a Kelme concedió un crédito de 9 millones de euros, Kelme también cerró la oficina de Miami que dirigía el hijo de uno de los hermanos Quiles. En aquellos difíciles años, la zarpa negra desapareció de prácticamente todas las camisetas de fútbol y la luz al fondo del túnel no se vio hasta 2008, cuando Tirant Inversión se hizo con el control de Kelme y devolvió a la empresa al buen camino.

El renacer


Para entender cómo Tirant Inversión ha conseguido cambiar el destino de la marca, basta con escuchar las declaraciones de Carlos García Cobaleda, presidente del Fondo, quien en 2012 afirmaba: »Este equipo está haciendo posible la supervivencia de una empresa que había muerto hace tres años. Consideramos que este era el proyecto más emblemático de Tirant y dijimos que teníamos que dejar huella aquí». Deja tu huella, la garra de Kelme que vuelve y adquiere una nueva cuota: »El año pasado (2011, ed) cerramos con 13,5 millones de facturación: cuando entramos en 2008 sólo llegó a 4,5 millones. Tuvimos un crecimiento sostenido del 30%, y eso en el peor momento económico de España y del mundo».

El crecimiento de Kelme continuó en los años siguientes, y la marca ha ido ocupando el lugar que merecía dentro del panorama de las marcas deportivas: en la temporada 2018/2019 fue la marca más usada en los uniformes de la Liga española (más que adidas y Nike), y en 2020 se conoció la noticia del acuerdo de más de 11 millones de euros con el Watford. El club inglés propiedad de la familia Pozzo, en concreto, apostó fuerte por el patrocinador español y consiguió vender 30.000 camisetas el primer año.

Kelme es ya una sólida realidad en el mundo de la ropa deportiva y casual, y mantiene una relación privilegiada con el fútbol. Patrocinador técnico de clubes de todo el mundo, actualmente tiene acuerdos con varios clubes, entre ellos el Espanyol, el Watford o el Boavista entre otros muchos .También tienen presencia en el futbol internacional vistiendo a selecciones como Bosnia Herzegovina o la selección de Palestina.

Y no sólo fútbol, como demuestra la web oficial de la marca, la huella de Kelme también está presente en otros deportes, como el baloncesto, el ciclismo, el running o el fútbol sala. Por último, la marca española también ha abierto una sección enteramente dedicada al pádel, produciendo jerseys, pantalones, sudaderas, gorras y, obviamente, raquetas, también estas últimas con la habitual y reconocible gran garra en el centro.