Kieran Ronan lleva 26 años trabajando en Nike. Ha pasado por las oficinas de Irlanda, Holanda y ahora es Director de Equipamiento Global en la sede de Beaverton, Oregon.
El último desarrollo en el que ha trabajado junto a su equipo es un balón que asegura un 30% de regularidad en el vuelo respecto a lo que se encuentra actualmente en el mercado. El nuevo Nike Flight Ball promete unas prestaciones difíciles de superar, gracias a la ingente cantidad de tecnología en la que se basa.
La primera de ellas es Nike AeroSculpt, que aporta un vuelo estable ante todo tipo de golpeos. También se plasma en este producto All Conditions Control 3D Ink, que gracias a unos surcos en la superficie del esférico optimiza la aerodinámica del mismo y favorece un grip perfecto, llueva, haga sol o nieve.
Tras más de 1700 horas de ensayos, haciendo partícipes a 800 atletas, 68 iteraciones de diseño y 8 años después, tuvimos la suerte de entrevistar a Kieran Ronan en exclusiva, quien nos presentó la nueva creación del gigante americano:
¿Qué es lo más importantes a la hora de diseñar un balón de fútbol?
Es fundamental asegurarse de que el balón no va a causar ningún problema durante el partido. Sin balón no hay juego, pero si el balón es protagonista, casi siempre suele ser por algo negativo. Esto es lo que tenemos que evitar y por ello sometemos a nuestros productos a todo tipo de exámenes de fatiga y desgaste.
¿Cuáles han sido los procesos que han llevado más tiempo a la hora de
diseñar el nuevo balón Nike Flight Ball?
Para desarrollar un proyecto de este calibre es fundamental seguir un desarrollo en paralelo, llevando a cabo diferentes tareas al mismo tiempo. En cuanto tuvimos los primeros resultados de testeo de cada una de las 68 iteraciones, ya comenzamos a trabajar en una mejora de las prestaciones. De esta manera pasamos de la construcción de un balón de 12 paneles cosidos entre sí a uno de sólo 4 paneles termofijados.
Las primeras 50 iteraciones se probaron en el campo con atletas profesionales. Probaban el nuevo balón, nos daban un valioso feedback y diseñábamos un nuevo balón. La verdadera revolución llegó cuando introdujimos la pierna robótica hace 4 años, con la que pudimos realizar rápidamente cientos de tests que con personas nos hubieran costado meses.
¿Por qué el nuevo Nike Flight Ball tiene un diseño blanco y negro sin aplicaciones gráficas más allá del logo de la compañía?
Uno de los pilares de Nike es la innovación. El balón tiene una estética tan sencilla porque queremos hablar sobre la tecnología que contiene. De momento no queremos que unos colores vistosos resten protagonismo a la esencia de este producto, que es la innovación. Tenemos que poner en valor la construcción atípica del esférico, los surcos en la superficie, su fabricación con 4 piezas termoselladas entre sí y los cientos de horas en el laboratorio. Aún así, en las próximas semanas anunciaremos diferentes colorways.
Es por ello que tenemos que hablar de innovación tecnológica. Ahora todos los niños crecen en una sociedad comandada por la tecnología en todos los aspectos. Cada vez desde más pequeños tienen un teléfono en la mano y perfiles en redes sociales. Por eso debemos de aplicar la máxima tecnología a nuestro alcance en cada uno de los productos. En los tiempos que corren, lo que hoy es novedad, mañana queda obsoleto.
Llevas trabajando en Nike desde 1993, así que podemos decir que eres un veterano en la compañía. ¿Cuáles crees que son los momentos que han definido el desarrollo de productos futbolísticos en las últimas décadas?
Desde que en 1994 anunciamos que íbamos a participar de forma activa en el mundo del fútbol muchas cosas han cambiado. Para nosotros, el balón con el que se disputó la final de la Champions League en 1999 fue un punto de inflexión. En ese momento nos anunciamos en el mayor escaparate del mundo con un esférico muy parecido a este: blanco y con un gran swoosh color obsidiana. A su vez estuvo presente en las grandes ligas europeas.
A partir de ahí comenzamos a crear campañas exclusivas para el mundo del fútbol, y algunos de nuestros anuncios ya han trascendido y se han convertido en iconos de la publicidad, como el de Brasil en el aeropuerto o The Cage, para el lanzamiento del balón Nike Scorpion Chrome Ball. Ahora puedo decir con orgullo que hemos creado un legado en el deporte rey.
En la presentación del producto has hablado de que, para Nike, el atleta siempre está en el centro del proceso de diseño. ¿Cuál es el insight más útil que un futbolista profesional te ha dado a lo largo de tu carrera?
Desde hace 12 o 10 años el mensaje que nos dan los futbolistas es casi siempre el mismo. Buscan consistencia en el vuelo y control. Ellos quieren que el balón sea una extensión de lo que el cerebro le dice a la pierna, que pasa a través de la bota al balón.
Lo que ha cambiado es el ecosistema global del fútbol. Los jugadores están más en forma que nunca, cada vez son más rápidos, se interesan por temas como la nutrición, la recuperación física o el bienestar a todos los niveles. Es por ello que el juego ha evolucionado. Los partidos se han vuelto más rápidos y el balón no sólo debe poder mantener este ritmo, sino superarlo.
Para diseñar un nuevo balón desde cero hay que tener muchos aspectos en cuenta. Como tú dices: “Todo lo que hacemos en el Lab está fundamentado en la ciencia”. ¿Cuántos profesionales de diferentes sectores han trabajado en el desarrollo del balón? Ingenieros, diseñadores, técnicos de laboratorio…
Hemos sido algo más de 50 personas las que hemos trabajado en el desarrollo de este proyecto. Somos un departamento multidisciplicar que cuenta con ingenieros, diseñadores de producto, diseñadores gráficos, expertos en materiales, técnicos de laboratorio, product managers, personal de ventas y marketing, por no hablar del personal de la fábrica que ha materializado nuestras ideas… Esta mezcla de personas tan dispares siempre ha tenido el mismo objetivo en la cabeza: empujar los límites de la tecnología y llevar a un nuevo nivel el diseño de balones de fútbol.
¿Cómo crees que la irrupción de nuevos talentos de la Gen Z va a influenciar la industria futbolística en los próximos años?
Durante estos 8 años de desarrollo hemos visto muchísimos cambios. El juego se ha transformado a niveles insospechados. El nivel de forma física, de velocidad y de cuidados que tiene el atleta moderno no se había visto antes. Ahora son muchos más los aspectos que se tienen en cuenta alrededor del juego, los jugadores jóvenes quieren saber, quieren conocer lo que están usando y ser conscientes de lo que el equipamiento les puede aportar. Y el balón es el centro del ecosistema del fútbol.
El nivel de interés en la tecnología -las equipaciones, las espinilleras, las botas y por supuesto el balón- que los jugadores profesionales tienen hoy en día no es comparable al de hace años. Cuando nos embarcamos en estos desarrollos con los atletas más top, se involucran en el proyecto y el impacto de sus historias y experiencias es mucho mayor que años atrás. Si mezclas eso con pasión y el amor por este deporte, la combinación puede dar unos resultados más que interesantes.
Desde Lenders Magazine queremos agradecer a Kieran Ronan su predisposición, sus explicaciones tan detalladas del nuevo Nike Flight Ball y los cambios que suceden constantemente en el ecosistema del fútbol.