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ConIFA: el fútbol de los que no tienen voz

Publicado: 13 / 04
Categoría: Fútbol

ConIFA: el fútbol de los que no tienen voz

Publicado: 13 / 04
Categoría: Fútbol

Si por algo se ha caracterizado la FIFA (Fédération Internationale de Football Asociation) en los últimos tiempos es por labrarse enemigos allá donde pisa… Escándalos para todos los gustos. Casos de corrupción, mano de obra semiesclava, intereses personalistas y elitización del deporte son algunos de los cargos más graves que se le atribuyen y que, por ende, erosionan su imagen a ojos de la opinión pública.

Este es el retrato del bussinesman que, ajeno a la cultura futbolista, corta el bacalao desde su despacho en la vigesimocuarta planta de algún edificio de estilo contemporáneo en Zurich. Más allá del poder, término que, por definición, engloba a los clubes (mal)llamados ‘grandes’ -¿Quién dicta que un equipo es grande o pequeño?- y, más concretamente, a los magnates que mueven sus hilos, lo cierto es que el máximo organismo del fútbol mundial despierta más antipatía que apego. Más aún si cabe entre los fans de a pie, herederos del amor a unos colores y que han visto como su pasión se prostituía al son de las divisas. Poderoso caballero es Don Dinero.

La ‘resistencia’ -por emplear el término de moda tras el estreno de la cuarta temporada de La Casa de Papel- frente al máximo estamento del deporte rey se constituye en torno a ConIFA, la Confederación de Asociaciones de Fútbol Independientes, que abriga a todas aquellas selecciones que, por unos motivos u otros, no cumplen las exigencias de la FIFA. Esta organización sin ánimo de lucro nacida en Suecia en junio de 2013, tal y como refleja en su página web, “apoya a los representantes de equipos de fútbol internacional de naciones, naciones de-facto, regiones, pueblos minoritarios y territorios aislados del deporte”. Su misión no es otra que la de “construir puentes entre los pueblos, las naciones, las minorías y las regiones aisladas de todo el mundo a través de la amistad, la cultura del fútbol, trabaja para el desarrollo de los miembros afiliados y se ha comprometido con el juego limpio y la erradicación del racismo”.

Los pueblos sin estado que no claudican ante la FIFA

En la actualidad ConIFA está compuesta por un total de 58 selecciones, con representantes de todos los continentes a excepción de la Antártida.

Europa cuenta con 29 representantes, tan diversos y variopintos como el condado de Niza, vencendor de la primera edición del Mundial ConIFA disputado en Ostersund (Suecia), a pesar de ser Laponia quien lo organizaba; las república populares de Donetsk y Luhanks que, con supuesto apoyo militar ruso, se encuentran en pleno conflicto armado frente a Ucrania; Abjasia, campeón en la edición del 2016, celebrada en su propio territorio; Mónaco; el pueblo romaní, popularmente conocido como ‘pueblo gitano’ o Rutenia Subcarpática, que representa a la minoría húngara en Ucrania, vigentes campeones del torneo celebrado por última vez en Londres en 2018.

Asia es el segundo continente con mayor representación. Doce selecciones como el Tíbet, inmerso aún en el proceso independentista negado tiempo atrás por la República Popular China; el Kurdistán, cuya lucha armada frente al Estado Islámico lo ha situado en primera línea de la agenda mediática; el pueblo arameo, de amplia tradición nómada; Turkestán del Este; Tamil Eelam, en la isla de Ceilán, actual Sri Lanka; o Papúa Occidental, en Indonesia.

África, por su parte, aporta un total de nueve selecciones. Entre ellas Barawa, Somalilandia, declarada independiente en 1991 y que a pesar de contar con Constitución y moneda propias aún no goza del reconocimiento por parte de la mayoría de organismos a nivel mundial; Darfur, los refugiados del conflicto étnico que asola Sudán, o el Sáhara Occidental, donde el Frente Polisario mantiene vivo el pulso con Marruecos en pos de la autodeterminación del pueblo saharaui y el reconocimiento internacional que aún hoy en día se le niega más allá de la Unión Africana.

Oceanía cuenta con solo cuatro representantes: Mariya, Hawaii, Kiribati y Tuvalu.

Especialmente curiosos son los casos de Kiribati y Tuvalu, países formados por islas remotísimas en medio del océano Pacífico y en las que la pasión por la pelota está completamente desatada. Sin embargo, su especial orografía, unida a lo reducido de su territorio terrestre y la escasez de recursos económicos de las federaciones locales, impide la construcción de instalaciones óptimas para la práctica del fútbol y, por ende, su incursión en la FIFA. ¡Tanto es así que la población aprovecha la explanada del aeropuerto para jugar al fútbol! Cuando no hay aviones, claro. Pese a ello, no todo son malas noticias, y es que el pasado 14 de marzo la Confederación de Fútbol de Oceanía reconoció a ambas como miembros de pleno derecho.

Los representantes norteamericanos son Cascadia, un territorio situado en la costa noroeste del Pacífico, formada por los estados de Oregón y Washington y la región canadiense de Columbia Británica, y que destaca por su amplía tradición en el soccer, con equipos míticos de la Major League como Portland Timbers, Seattle Souders y Vancouver Whitecaps, y Quebec, en el lado opuesto, el extremo oriental de Canadá. Por parte de sus vecinos sureños compiten el pueblo mapuche, es decir, los nativos de las tierras que hoy configuran Chile y que se niegan a abandonar sus raíces y su forma de vida frente a la occidentalización del país, y Rapa Nui, la etnia originaria de la Isla de Pascua. Sí, donde se encuentran las famosas estatuas cabezonas de piedra…

Y ahora que te pica el gusanillo descubres que la a cita mundialista de 2020 ha sido suspendida

Hace apenas unos días, ConIFA emitía a través de sus redes sociales oficiales un comunicado en el que se anunciaba la suspensión de la Copa del Mundo 2020, que iba a celebrarse entren el 30 de mayo y el 7 de junio en Skopje, capital de Macedonia del Norte, con motivo de la pandemia del COVID-19. Anders Blind, presidente de la organización, asegura que la prioridad en estos momentos es “la salud y el bienestar de todos los miembros, equipos y voluntario”.