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A puerta cerrada no vuelve el fútbol, vuelve el negocio

Publicado: 04 / 06
Categoría: Fútbol

A puerta cerrada no vuelve el fútbol, vuelve el negocio

Publicado: 04 / 06
Categoría: Fútbol

Hace apenas unos días se anunciaba, a bombo y platillo, la fecha y hora en que la pelota volvería a rodar en Primera y Segunda división. Este particular reestreno tendrá lugar el jueves 11 de junio, desde las diez de la noche, en el Ramón Sánchez Pizjuán, con todo un derbi sevillano, el ya mítico Sevilla – Betis. A priori, planazo. Ahora bien, como fanáticos de este deporte y, al mismo tiempo, consumidores conscientes de sus propias contradicciones, nos toca reflexionar largo y tendido sobre nuestro papel en este circo.

Para aquellos que piensan (o, mejor dicho, pensamos) que no se puede vivir sin fútbol, o que, al menos, la vida tiene un poco menos de sentido sin él, se trata de un regreso harto esperado. De eso no hay duda. No puede existir sobre la faz de la Tierra futbolero alguno que se precie de serlo y no esté deseando agarrar con orgullo su bufanda, reunirse con sus compañeros de trinchera (¿o era grada?) y partir hacia el estadio para ver de nuevo a su equipo de corto.

Ahora bien, el problema radica en las condiciones en que nuestro amado balompié entra de nuevo en escena: sin público, sin alma. Ya lo decía Galeano: “jugar sin hinchada es como bailar sin música”. El telón de fondo habitual: la guerra de trincheras entre quien quiere vivir el fútbol y quien quiere vivir de él. El sentimiento frente al negocio. Una rueda mercantil que, pase lo que pase (pandemias mundiales inclusive) no puede parar de girar para mantenerse a flote. Caiga quien caiga. Capitalismo salvaje aplicado a la industria del deporte. La nueva normalidad que, por momentos, se parece en exceso a la vieja.

Las aficiones, cada día más conscientes de su papel eminentemente clientelar, han comenzado a articular la respuesta ante semejante atropello. Así, las protestas en las instalaciones de los clubes, aunque sin un ápice de apoyo mediático, han sido la tónica dominante a lo largo de toda la semana. El mensaje unánime, como ya se había expuesto con anterioridad en un comunicado firmado por aficionados de toda Europa contrarios al regreso del deporte rey sin aficionados en las tribunas, es muy claro: “no vuelve el fútbol, vuelve vuestro negocio”.

La propuesta de La Liga para paliar el ambiente desangelado en los estadios y que, irremediablemente, se percibirá por televisión guarda una estrecha similitud con lo que sería un nuevo capítulo de Black Mirror. Sonido ambiente enlatado, al más puro estilo sitcom de los 90, publicidad virtual para cubrir las gradas vacías (y de paso tapar las vergüenzas de los dirigentes que han dejado en la estacada a sus socios) y tweets de aficionados que, como es lógico, serán previamente revisados y filtrados. No vaya a ser que se cuele alguna insubordinación. ¿Qué pensarían los consumidores extranjeros de los bárbaros que el fútbol tiene por aficionados en nuestro país? 

Los clubes, piezas corrientes del engranaje, han acatado las órdenes del ente supremo regido, con puño de hierro, por Javier Tebas, dando así la espalda a sus abonados, que tendrán que conformarse con ver a su equipo -previo desembolso a la plataforma de turno- desde la pantalla de su televisor. No dan puntada sin hilo.

Para más inri, no son pocos los equipos que en un acto más de desprecio y abandono hacia su masa social, abogan por la no devolución del importe correspondiente a los partidos que se disputarán sin público. O, al menos, por no hacerlo de manera directa y proporcional, sino subordinarlo a una posible renovación del abono para la próxima temporada. Un disparate de órdago dado que, a estas alturas, no es posible asegurar que el fútbol vaya a desempeñarse con normalidad la próxima campaña. Cuesta creer que en apenas dos meses pasemos de las puertas vacías a congregar a miles y miles de personas en un mismo recinto. Entonces, ¿cómo se puede exigir al aficionado -que también sufre y sufrirá las consecuencias de la crisis económica derivada del COVID19- que renueve su compromiso con la entidad sin la más mínima garantía de disfrute sobre los servicios contratados?

En este sentido, la propuesta de FASFE, la Federación de Socios y Accionistas del Fútbol Español, consiste en “la capitalización de la deuda contraída por los clubes con sus abonados por los partidos a los que no podrán asistir, convirtiendo esa deuda en acciones o títulos análogos en poder de las aficiones”. Una medida que, aunque simbólica, puede servir para arrojar algo de luz y abrir una puerta a la esperanza para románticos y trasnochados que, aún hoy, creen que otro fútbol es posible.

#SinAficionadosNoHayFútbol