Todos nos acordamos de Phil. El menor de los hermanos Neville integró durante una década (1995-2005) uno de los mejores equipos del Manchester United, comandado por Alex Ferguson. Y vistió los colores de la selección de Inglaterra durante largos años. Colgados los botines, tuvo su primera experiencia como ayudante de campo en el Valencia, en los ‘Diablos Rojos’ y un breve paso en el Salford City, de la quinta categoría del sistema de ligas del fútbol inglés.
A los 41 años, el ex defensor se prepara para disputar como head coach de su país el Mundial de Fútbol Femenino que se vivirá durante junio íntegramente en Francia.
Mientras se preparan para el debut frente a Escocia previsto para el 6 de junio, en el grupo que comparten con Argentina y Japón, las Lionesses disputan la SheBelieves Cup y tienen pactados una serie de amistosos que le permitirán tener el rodaje necesario para llegar de la mejor manera a la cita mundialista.
No la tendrá para nada fácil Neville y sus dirigidas mejorar la mejor posición que obtuvo Inglaterra en este tipo de competiciones. En Canadá 2015, las inglesas obtuvieron un merecido tercer puesto al ganarle por la mínima a Alemania y haber perdido en semifinales con Japón.
Sin embargo, las expectativas siempre son las mejores antes del inicio de cada evento internacional. Junto a él, en el banco de suplentes le estará acompañando Bev Priestman, con vasta trayectoria en Mundiales y Juegos Olímpicos.
Con un contrato que lo liga con la selección femenina hasta 2021, Neville llegó de la mano de Sue Campbell, directora de fútbol femenino en la Federación Inglesa (FA), luego de haberle ofrecido el cargo a Emma Hayes -entrenadora del Chelsea Ladies- y John Herdman -exseleccionador de Canadá. «Su entusiasmo, pasión y deseo por llegar a este puesto nos impresionó a todos y enseguida supimos que era el candidato ideal», confió la dirigente deportiva en el momento de su presentación.
Ahora, con un año de experiencia en el cargo y haber superado las críticas del periodismo acusándolo de falta de aptitud, las Lionesses ya tienen en claro cuáles son sus ideas dentro del campo de juego y los objetivos de cara al Mundial que se avecina.
Claro está, la meta es una sola: rugir con el trofeo entre sus garras.
