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Oxímoron en el estadio de la libertad

Publicado: 12 / 11
Categoría: Women

Oxímoron en el estadio de la libertad

Publicado: 12 / 11
Categoría: Women

Parece mentira que en los últimos compases de 2019, cerca ya del primer cuarto del siglo XXI, la igualdad entre hombres y mujeres, a efectos prácticos, no sea efectiva. Las políticas de igualdad, sobre el papel, resultan cautivadoras. Sobre el terreno, como suele ocurrir, aún queda un largo camino por recorrer. Este desequilibrio, en absoluto natural a pesar de lo que todavía hoy se baraja desde ciertos círculos de poder anclados en épocas demasiado oscuras como para ser recordadas, es palpable en muy diversos campos. Los más notorios son el ámbito laboral y doméstico. ¿Quién no conoce a alguna mujer que dedique su tiempo libre, es decir, el que resta entre el fin de la jornada en el “tajo” y el descanso nocturno, de manera exclusiva a las labores del hogar? ¿Quién no ha oído hablar de alguna mujer que haya visto comprometida su trayectoria profesional fruto de una injusta conciliación familiar? Por no hablar del techo de cristal, claro… Son solo algunos ejemplos, y es que la desigualdad va mucho más allá, hasta convertirse en un problema estructural de nuestra sociedad.

 

Lenders Magazine - Oxímoron en el estadio de la libertad 2

 

El fútbol, como deporte de masas, es fiel reflejo de lo que ocurre en el mundo y, por ende, de la desigualdad evidente entre hombres y mujeres. Las medidas encaminadas a alcanzar una igualdad efectiva logran ciertos avances, es cierto. El incremento en la afluencia de público a los estadios de La Liga Iberdrola, especialmente en el último curso, o su cobertura mediática, copando primeras planas en los grandes grupos de comunicación son buena prueba de ello. Sin embargo, ¿es suficiente? Solo cabe aquí una respuesta posible, un tajante “no”. De hecho, aunque se pretenda disfrazar de conquista histórica, lo cierto es que dista muy mucho de ser siquiera un motivo de celebración real. ¿Por qué? Muy sencillo. Se trata, simple y llanamente, de una estrategia empresarial encaminada a obtener beneficio económico a costa unas jugadoras que, en muchos casos, ni siquiera pueden permitirse una dedicación exclusiva a la práctica deportiva. Puro negocio. La mentira de la profesionalización que, como de costumbre, se aprovecha de las más humildes. El capital, depredador voraz, es capaz de prostituir la más noble de las luchas.

 

Lenders Magazine - Oxímoron en el estadio de la libertad 1

 

El conflicto, como es lógico, no tiene lugar únicamente sobre el césped, sino que se traslada con suma facilidad a las gradas. En el mundo occidental, como consecuencia de innumerables reivindicaciones y muchos años de toma de conciencia, la presencia de aficionadas que acuden a los estadios para animar in situ al club de sus amores es cada vez más común. Esta “amenaza” a la hegemónica masculinidad del balompié, no obstante, sabe a poco. Como uno de esas delicias minimalistas de restaurante tres estrellas que apenas puedes paladear. Lo cierto es que, de media, las abonadas de los equipos de La Liga apenas superan el 20%. El 80% restante, por tanto, es masculino. Cifras contundentes y que dejan a las claras una realidad teñida de testosterona.

 

Persepolis' female fans cheer for their team during the second leg of the AFC Champions League final football match between Iran's Persepolis and Japan's Kashima Antlers on November 10, 2018, at the Azadi Stadium in Tehran. (Photo by ATTA KENARE / AFP) (Photo credit should read ATTA KENARE/AFP/Getty Images)

Credit: Atta Kenare/AFP/Getty Images

 

Si alzamos la vista y miramos más allá de nuestras fronteras, concretamente hacia Oriente Próximo, comprobaremos como esta desigualdad es aún mayor. Tanto es así que en Irán las mujeres siguen teniendo graves problemas para acceder a los estadios. La prohibición, injusta como pocas, obedece al fanatismo religioso tan de moda en nuestros días y que tanto dolor ha causado a lo largo de la historia de la humanidad. Este despropósito parecía superado tras la muerte de la activista Sahar Khodayari. La joven aficionada decidió quemarse a lo bonzo a modo de protesta tras conocer su sentencia, que incluía pena de prisión, por el simple hecho de acudir a un encuentro de su equipo, el Esteghlal Tehran. Casualidades del destino, el feudo del Esteghlal recibe el nombre de Azadi Stadium, o lo que es lo mismo, Estadio de la Libertad… La tragedia sacudió la caprichosa sensibilidad occidental y la presión internacional obligó al gobierno iraní a levantar el veto. Una cortina de humo, tal y como reconoce la iniciativa Open Stadiums, que continúa denunciando la criminalización que sufren las mujeres iraníes en los recintos deportivos. La pelota está ahora en el tejado de la FIFA, que ni puede ni debe quedarse de brazos cruzados.