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Marcas que no consiguieron consolidarse

Publicado: 30 / 11
Categoría: Equipajes
Autor: Luis Gamón

Marcas que no consiguieron consolidarse

Publicado: 30 / 11
Categoría: Equipajes
Autor: Luis Gamón

Han vestido a grandes equipos, pero esto no ha sido suficiente para mantenerlos en el pequeño y cerrado club de las marcas importantes. A pesar de que sus logotipos han estado bordados en camisetas que vestían leyendas del fútbol, acompañándolos en sus hazañas deportivas, no han conseguido crear un patrimonio tan fuerte como para imponerse en el panorama europeo. Marcas que, a pesar de las hazañas excepcionales y las grandes camisetas, al cabo de unos años se han desvanecido en el aire, dejando sólo un tibio recuerdo. Un ciclo inevitable… 

Aunque estas marcas han ido desapareciendo poco a poco, dejando un gran vacío, nunca hemos olvidado del todo a Warrior, Diadora y SLAM. Patrocinadores que vistieron a grandes clubes y grandes jugadores y luego dejaron de fabricar equipaciones de fútbol para clubes profesionales.

WARRIOR

Cuando en 2012 el Liverpool optó por abandonar adidas tras sólo seis años muchos se sorprendieron, pero nadie podía imaginar que los Reds ficharían por Warrior, una marca desconocida en el mundo del fútbol. Hasta ese momento, la marca, especializada en hockey sobre hielo y lacrosse, aún no había producido una equipación para un equipo profesional y su primer contrato fue con uno de los equipos más prestigiosos de Europa. El deseo de sumergirse en el mundo del fútbol vino probablemente a instancias de New Balance, que en 2007 compró el grupo Warrior, quizás planeando su actual ascenso en el propio mundo del fútbol años antes. Hoy, la marca fundada por William Riley juega un papel importante en el fútbol, patrocinando a equipos como el Oporto o Lille, jugadores de alto nivel calzan sus botas como Bukayo Saka, y fue el proveedor de camisetas del Liverpool, Roma, Athletic Club o Sevilla antes de que cambiaran de proveedor.

Como decíamos, todo comenzó en 2012 en la ciudad de los Beatles con una oferta masiva de 25 millones de libras a lo largo de seis años, un acuerdo que se encontraba entre los más lucrativos de la industria en ese momento. Warrior decidió ir a lo seguro desempolvando el Liver Bird con las letras LFC, un escudo utilizado en las camisetas de los años 70 y 80 y que sigue presente en la actualidad. El otro gran cambio que introdujeron en la equipación local fue no incluir ningún elemento blanco, la primera y única vez que esto ha sucedido en la historia del Liverpool. Pero la hazaña de Warrior llegó en la temporada siguiente, cuando además de ofrecer equipaciones únicas para el Liverpool inspiradas en las creadas por Umbro a principios de los 80 sorprendió a todos al convertirse en proveedor del Sevilla.

En aquellos años el club andaluz vivía uno de sus mejores momentos deportivos, hasta el punto de que en 2014 le dio a Warrior su primer éxito importante con la victoria en la Europa League. Por desgracia, en su primer año en el Sevilla, Warrior no pudo replicar lo que había hecho con el Liverpool, la marca desvirtuó la primera camiseta añadiendo una franja vertical al clásico uniforme blanco, utilizado por los andaluces solo en contadas ocasiones. La victoria europea con el Sevilla, sin embargo, permitió a Warrior hacerse un nombre, ampliando aún más sus fronteras, llegando a Portugal con el Oporto y tocando después el sueño de vestir a la Roma, que en aquellos años no se decidía si seguir por la senda de la autoproducción o apoyarse en un patrocinador técnico. Pero el mismo año en que Warrior veía aumentar su popularidad, sus beneficios y el patrocinio de sus clubes, el grupo decidió tomar un camino diferente, iniciando el ascenso de New Balance, que sustituyó a Warrior la temporada siguiente.

DIADORA

Diadora se fundó en la Italia de la posguerra, en 1948, después de que la región del Véneto fabricara calzado militar para el ejército italiano. La experiencia adquirida en la guerra llevó a Marcello Danieli a fundar la empresa para fabricar botas de montaña. A mediados de la década de 1970, Diadora entró en el mundo del fútbol tras triunfar en el mercado de las botas de esquí y el tenis. Roberto Bettega, delantero del Juventus, fue el primer futbolista de renombre que vistió la marca.

En la década siguiente, más grandes nombres se unieron a Diadora. Marco Van Basten se convirtió en la imagen de la marca con el lanzamiento de sus propias botas, las míticas San Siro Van Basten. Zico y Marco Tardelli también se unieron a la marca y, en 1984, Diadora se había convertido en la imagen de la Azzurra. Confeccionó las camisetas de Italia para tres Mundiales y dos Eurocopas. Diadora, con su importante y notoria presencia en el futbol se convirtió en la marca mas popular en Italia durante los 80.

Siguieron más contratos. A mediados de la década de 1990, Grecia, Escocia y Bélgica se unieron a Italia en la fabricación de las camisetas de sus selecciones nacionales por Diadora y, a principios de la década de 2000, grandes clubes también habían hecho el cambio: Roma, Nápoles, Fiorentina, Aston Villa y Rangers firmaron contratos con la marca italiana.

Sin embargo, este sería el punto máximo de Diadora, ya que, a pesar de vestir a grandes clubes como la Roma y tener grandes embajadores como Francesco Totti, en 2009 entró en situación de quiebra. Geox compró la compañía y la rama futbolística del negocio parece haberse resentido, ya que Diadora no tiene ahora un contrato importante con ningún club actual, ni se espera la presencia de la marca italiana en el mundo del futbol en un corto plazo. Ojalá algún día podamos volver a ver a la azzurra vistiendo de gala con la mítica marca.

SLAM

Esta es probablemente mi favorita por el nivel de inseparabilidad, y es que nadie vio venir cuando el Racing de Santander anunció que el fabricante de prendas náuticas, SLAM, le vestiría.  

Lo que muchos conocíamos como una marca de chaquetas que la gente se ponía para ir al colegio, empezó a vestir al Racing de Santander de la manera mas random posible, y lo hizo durante tres temporadas.

El propietario de Slam por aquel entomces, Giuseppe Casalini, explicó que en sus 30 años de existencia, la firma de Génova nunca se había planteado entrar en el negocio del fútbol, un mundo que hasta ese momento le era desconocido.

También explicó que fue el presidente del Racing de Santander en aquel momento, Francisco Pernía, quien le sugirió la posibilidad de introducirse en el fútbol en colaboración con el equipo de la capital cántabra, donde la marca italiana ya tenía un importante mercado, por la gran implantación de los deportes de vela en la ciudad.

Lo cierto es que a la marca italiana no le acabo de convencer el mundo del futbol, ya que su única aventura en la industria ha sido esta y no se le ha vuelto a ver vistiendo a un equipo, pero, sea como fuere, nos dejo momentos y equipaciones para la eternidad. Con las equipaciones de SLAM vimos a un jovencísimo Sergio Canales brillar en el equipo de la capital cántabra, y no nos vamos a engañar, es imposible olvidar la imagen de Pedro Munitis vistiando la camiseta del Racing de Santander de SLAM con el patrocinio de Palacios, “Líder en chorizo”. Eso si que era futbol champagne.