Los futbolistas están a la última en la liga de la moda. Las grandes estrellas ya no sólo visten con marcas de moda de lujo o de gama media, sino que ahora son cortejadas por firmas internacionales de alta gama.
Jack Grealish es el niño prodigio del fútbol británico, por su estilo y por su impacto dentro y fuera del campo, no es de extrañar que Gucci le haya elegido para convertirse en uno de los últimos embajadores mundiales de la marca, siguiendo los pasos de Harry Styles, Jared Leto y Miley Cyrus.
Para Gucci, el extremo del City representa un perfil perfecto gracias también a su presencia social, sobre todo en TikTok, donde ha conseguido amasar un fortísimo número de seguidores con vídeos cortos de su vida cotidiana, en los que a veces luce prendas de la marca de Alessandro Michele. Su perfil de Instagram cuenta con 8,9 millones de seguidores, mientras que tiene 5,6 millones en TikTok: cifras importantes que sin duda han convencido a la casa de moda italiana para pescar en la Premier League, la liga que en los últimos años más ha invertido en la creación y comunicación de su marca. Un éxito que también ha repercutido en los jugadores, que se han encontrado en la situación perfecta para aprovechar las muchas atenciones que se les han presentado y convertirse en perfectos testimonios para las firmas de lujo, que últimamente han puesto sus ojos hacia el campo verde.
Una tendencia que ha terminado por conquistar incluso a Gucci, que en los últimos años ha construido su estilo a través de un imaginario salpicado de artistas, músicos, actores y creativos retratados en un contexto maximalista e ingenioso. Es decir, alejado de la estética deportiva o futbolística que otras marcas han perseguido en los últimos años, y que Gucci aún no había integrado en sus colecciones. Grealish es, de hecho, el primer deportista y futbolista elegido para el papel, una elección que presenta muchas pistas y un evidente interés por saber cómo evolucionará en el futuro. En concreto, en qué lado de la personalidad del jugador del Manchester City decidirán centrarse, si en el más futbolístico o en el más extradeportivo. Ni que decir tiene que las marcas de moda llevan años buscando un nuevo David Beckham sobre el que construir un personaje sofisticado y elegante, alejado del estereotipo del futbolista, en un regreso a la moda icónica del año 2000.
Al oficializarse el acuerdo entre el astro inglés y la marca italiana, Grealish estaría siguiendo los pasos de Marcus Rashford, estrella rival del Manchester United, que fue fichado por la casa londinense de moda de lujo Burberry y ha aparecido en varias campañas
A principios de 2022 se rumoreó que el centrocampista del Manchester City y de la selección inglesa había fichado por la supermarca italiana, pero desde entonces apenas se ha hablado de la colaboración, aparte de un leve guiño en una entrevista con The Face a principios de año, y Gucci tampoco ha publicado ninguna imagen de campaña en la que aparezca el descarado futbolista. Dicho esto, el futbolista de 28 años ya ha hecho gala de sus dotes de embajador.
Entre las prendas de Gucci que ya se han visto en el deportista de Birmingham destacan los pantalones cortos azules con monograma que lució en el Festival de Leeds, la colaboración entre Gucci X North Face y la parka negra con las G entrelazadas que recorren los brazos y que a veces lleva en las gradas del Etihad Stadium del Manchester City.
Es el tipo de cosas que podemos esperar de Jack Grealish en su papel de embajador. Ha optado por una pieza sutil, aunque grande, de la marca de lujo que ha visto aumentar su éxito a través de la logomanía y sus colaboraciones de doble marca con Adidas, The North Face y su Proyecto Balenciaga Hacket.
En las campañas, sin embargo, es donde Grealo pondrá a prueba sus dotes en el mundo de la moda, y donde le veremos bajo una nueva luz. Tomemos como ejemplo a los embajadores antes mencionados. Hemos visto a Styles posar con corderos, cabras y cerditos en una campaña de Gucci de 2018, a Jared Leto llevar su propia cabeza protésica a la Gala del Met, a Lana Del Rey corretear por un supermercado con un abrigo verde helecho y su característico delineado de ojos, y a Miley Cyrus posar con una colección de mascotas. ¿Cómo nos sorprenderá el bueno de Grealo?
Pero, un futbolista no recibe la misma critica que un artista a la hora de escoger su manera de vestir, y parece que los jugadores disfrutan de esta situación y, en una extraña inversión, utilizan el amor por la moda, junto con todas las connotaciones negativas de afeminamiento que podría conllevar, como un medio con el que afirmar su masculinidad de macho alfa. Por eso el pareo de David Beckham, de Jean Paul Gaultier, fue noticia de primera plana cuando lo lució fuera de servicio durante Francia 98′. Había que tener agallas para llevar eso, sobre todo cuando la homofobia todavía estaba tristemente extendida en el discurso público, y más entre aficionados al fútbol. Fanfarrones del fútbol como Beckham y Grealish ponen patas arriba el deporte rey al abrazar la moda y el futbol y con ello se convierten en iconos de la cultura pop.
¿Qué podemos esperar de Grealish como imagen de Gucci? No lo sabemos. Hay muchos futbolistas que ya han hecho sus pinitos en el mundo de la moda como Dominic Calvert-Lewin, que fue estrella de la portada de GQ Hype, y otros como Marcus Rashford, Trent Alexander Arnold y Hector Bellerin. Aunque todos ellos tienen su propio estilo, que les ha valido lucrativos contratos de modelo y patrocinio con algunas de las principales marcas de moda del mundo, es la personalidad de Grealish lo que le convierte en una propuesta tan tentadora para Gucci. Es una pizarra en blanco con la que se pueden hacer salvajes experimentos de moda.
