Durante 20 años, Reebok fue en una de las principales marcas deportivas del mundo, desde los años 90 hasta finales de los 2000, y el fútbol desempeñó un papel muy importante, si no el más importante, para llevarlos a la cima.
El Bolton Wanderers apoyó su negocio local y, a cambio, Reebok caminó a su lado durante su época de mayor éxito como club de fútbol. ¿Quién podría olvidar a la superestrella nigeriana Jay-Jay Okocha vistiendo la camiseta blanca de Reebok cuando jugaba bajo la dirección de Sam Allardyce? Incluso el estadio recibió su nombre, cuando el Reebok Stadium abrió sus puertas a los aficionados del Bolton en 1997.
El éxito del Bolton atrajo a otros clubes del norte, como el Liverpool y el Manchester City (antes de que adquirieran propietarios multimillonarios), que encargaron a Reebok la creación de sus equipaciones.
Sin embargo, a día de hoy, muchos jóvenes aficionados al fútbol no habrán oído hablar de esta marca deportiva. O si lo han hecho, probablemente sea por el baloncesto o el fútbol americano, no por nuestro fútbol. En la actualidad, todos los jugadores de clase mundial firman patrocinios de botas con Nike, Adidas, Puma, New Balance o con otra de las grandes marcas de la industria deportiva actual.
Pero fue la empresa de Bolton la que estuvo a la altura de los grandes, que incluso consiguió acuerdos de patrocinio con algunos de los mejores talentos internacionales, con jugadores de la talla de Ryan Giggs, Peter Schmeichel, Andy Cole y Dennis Bergkamp en la década de 1990, e incluso Thierry Henry Iker Casillas y Andriy Shevchenko a principios del siglo XX.
Pero mientras los jugadores y los clubes iban y venían con Reebok, Giggs siempre fue su única constante en el fútbol.
El jugador con más medallas de la Premier League en su palmarés jugó la mayor parte de su carrera con Reebok y se convirtió en su mayor icono publicitario. Apodado «el mago galés», Ryan Giggs, leyenda del Manchester United, fichó por Reebok a mediados de la década de 1990 y demostró su fidelidad a la marca hasta el final de su carrera. Podría haber jugado en cualquier equipo del mundo, y cualquier marca habría desembolsado más dinero del que muchos de nosotros hemos visto jamás para que Giggs vistiera sus productos, pero él se quedó con Reebok, que lleva el nombre de un antílope africano, por su diseño aerodinámico para la velocidad y la agilidad, que se adaptaba perfectamente a su juego. Y lo cierto es que llevaba unas botas impresionantes que te harán recordar al mago galés en sus mejores tiempos, destrozando equipos.
Cuando Giggs estaba a punto de batir el récord de 758 partidos de Sir Bobby Charlton con el Manchester United, al jugar la final de la Liga de Campeones de 2008, Reebok le premió con las KFS Sprintfit II. En la lengüeta llevaba inscrito «Moscú 2008 759» para conmemorar el récord. La parte superior de piel de canguro con Kinetic Fit System contribuyó a su rendimiento, ayudándole a marcar desde los 11 metros en la tanda de penaltis contra el Chelsea para asegurar el tercer título de Liga de Campeones del United (y el segundo de su carrera).
Y tras superar la marca de los 800 partidos, el galés fue recompensado con otro par de botas icónicas, las RG800 Pro. Había que hacerse rápidamente con estas piezas de la historia del fútbol, ya que eran de edición limitada para el público. Podías elegir entre el color dorado, que representaba la amplia colección de medallas de Giggs, o el negro, si querías mantener la originalidad y la sencillez. El diseño clásico seguía cumpliendo los requisitos actuales de comodidad y toque del balón para que te sintieras como el mismísimo mago.
Y en 2014 fue el mismo año en el que Giggs acabó cortando sus lazos con Reebok cuando entró en la escena de los entrenadores. Se pasó a Nike debido al acuerdo de patrocinio del Manchester United con la marca. Mientras era el segundo entrenador del United, se le vio vistiendo las Nike Premier, unas clásicas botas negras con el estiloso swoosh blanco en el lateral. Como uno de los primeros atletas en asociarse con Reebok, su final con la marca también significó el final de su inversión en el fútbol.
Reebok estaba generando mucho ruido en el Reino Unido y en el extranjero a pesar de tener su sede en una pequeña ciudad como Bolton, convirtiéndose en un éxito mundial. Es una pena que su legado futbolístico durara poco, ya que no pudieron seguir el ritmo de los goliats de la industria. Ojalá hubiesen tenido 10 Ryan Giggs en su plantilla.
Como comentaba antes, Reebok nos ha dejado camisetas legendarias en la hemeroteca, imposible olvidar a Batistuta con la camiseta albiceleste cuando la vestía la marca inglesa, igual que es imposible olvidarse de un jovencísimo Steven Gerrard debutando con su amado Liverpool. Esa camiseta de los Reds que les hizo Reebok era sencillamente majestuosa. Pero, tras 20 años de ausencia en el mundo del futbol, parece que pueden estar de vuelta. La venta de Reebok por parte de Adidas finalizó oficialmente en marzo de 2023. La marca alemana pagó 3.800 millones de dólares por Reebok en 2006 y ahora han vendido la marca a Authentic Brands Group (ABG) por aproximadamente 2.500 millones de dólares.
Ahora que ya no es una filial de Adidas, Reebok tendrá más libertad para operar. Gracias a su nueva propiedad, ABG ha establecido nuevas alianzas con JD Sports, Foot Locker y New Guards Group para ampliar su red de distribución mundial. El Reebok Design Group, con sede en Boston, será el eje central de todo el diseño y la creación de productos, aunque sus nuevos socios también tendrán voz en estos asuntos, en función de lo que sea mejor para su mercado.
De hecho, ya han vuelto a los terrenos de juego de manera minuciosa y silenciosa cerrando patrocinios con el Botafogo brasileño y la selección de Pánama.
¿Volveremos a ver a Reebok vistiendo a los gigantes europeos? Eso no lo sabemos, ya que la competitividad entre marcas a día de hoy es máxima, pero estamos ansiosos de ver que le depara a esta histórica marca.
