2019 está siendo un año de cambios para la mujer, unos cambios necesarios y demandados por la sociedad actual. El fútbol en España es el mayor reflejo de la situación o de las carencias de nuestros días. Y el fútbol femenino es uno de ellos.
Estamos en un momento dulce para el sector y tenemos que aprovecharlo y potenciarlo. Echo la vista atrás, muy atrás, cuando era pequeño y estaba todo el día jugando a fútbol. En la escuela deportiva donde entrenaba no recuerdo ninguna chica, pero en mi colegio sí que recuerdo un caso concreto. Ella era Begoña, venía a mi clase y atesoraba en los pies mucha más calidad que la mayoría de los que estaban allí presentes; ella era una más del grupo. Cuando bajábamos al recreo y hacíamos los equipos, solía estar en el primer grupo de seleccionados por los dos capitanes. Nosotros normalizábamos la situación porque convivimos con ella en el día a día del fútbol, pero era un caso excepcional y causaba extrañeza en el resto del colegio.
De esto estamos hablando de hace aproximadamente 20 años. Pongo un caso que viví de cerca por lo complicado que ha sido para ella seguir haciendo camino en algo que realmente era su vida, y lo sigue siendo. Por eso, el estar el domingo en el Wanda junto a más de 60 mil personas apoyando el fútbol femenino de España, hizo que por dentro de mí se viese un atisbo de luz sobre uno de los sectores que más se ha dejado de lado en el deporte. Y más diferencias existen con los hombres.
Hace unos meses, en el World Football Summit ya vi los primeros destellos de cambio en el sector, pero cada vez veo más inputs que me hacen creer que estamos más cerca del cambio.
Nike está siendo uno de los estandartes dentro del empoderamiento de la mujer, y este año es clave. Por ello, para El Clásico preparó una serie de activaciones como apoyo.
La jornada empezó con un brunch en una conocida cafetería del centro de Madrid, donde nos reunimos creadores, medios, actrices y la artista Coco Capitán junto a su equipo Whippets FC, venidas todas desde el nordeste de Londres.
La artista sevillana se mudó a la ciudad inglesa hace 10 años después de haber pasado por la ciudad donde le vio nacer, seguido de Cádiz y Mallorca. La gran ciudad da mucha libertad; muchas oportunidades a la gente joven. Ella siempre se ha sentido libre y respetada por quién es, nunca ha sentido que tuviese que crear otro personaje allí, lo cual le ha ayudado mucho a desarrollarse como artista y persona.
Pero Londres también tiene una parte negativa, y es que para Coco existía un vacío personal, no disfrutaba de un sentido de comunidad ya que por rutina de viajes y demás no podía encontrarlo. Y el fútbol fue lo que consiguió tapar ese vacío y fue gracias a las Whippets.
Las conoció y la invitaron a jugar. Al principio estaba recelosa, puesto que siempre había realizado otro tipo de deportes y creía que no iba a ser para ella. Pero todo cambió cuando empezó a ver el mismo grupo de chicas todas las semanas y se reforzó ese sentimiento de comunidad. Hay que recordarlo porque muchas veces lo dejamos en el tintero: el fútbol forja amistades y crea familia.
El equipo de las Whippets está formado por chicas del este de Londres muy diferentes entre ellas, tienen trabajos relacionados con la música, el arte, el diseño gráfico o las artes plásticas, pero el fútbol es el nexo de unión entre todas ellas.
Ellas en general, como decía Coco, no se sienten rechazadas por jugar al fútbol actualmente –por el momento en el que vivimos–, pero varias lo sufrieron cuando jugaban en el pasado. Esto es señal de un cambio y es muy positivo.
Después del brunch marchamos hacía el Wanda Metropolitano, y es que si justo hablamos de un cambio, allí íbamos a presenciar un momento histórico en el fútbol español. El clásico iba a enfrentar a las chicas del Atlético contra las del Barça. Un partido que era muy importante en lo deportivo –el Atlético lidera el campeonato y el Barcelona le está pisando los talones–, pero que también era muy importante a nivel social por lo que implicaba para todas las futbolistas.
Previo al partido, disfrutamos de un workshop por parte de Nike donde Coco Capitán fue la encargada de diseñar las propias tipografías de la acción para implementarlas sobre camisetas del Atlético de Madrid. Y es que aquí no veníamos a apoyar a un equipo u otro (los colores de cada uno los dejamos en casa), aquí veníamos a apoyar un cambio, veníamos a apoyarlas y, sobre todo, animarlas.
Toda la comunicación previa por parte de la marca para apoyar el partido jugó con el claim ‘Tu hambre alimenta la mía’, el cual no podía ser más acertado de cara a ambos equipos y extrapolable a nivel personal para muchas personas.
Y es que este es el camino que está cogiendo la marca de Oregón con las mujeres y el fútbol. Sin ir más lejos, la semana pasada en París realizó una presentación por todo lo alto para mostrar ese férreo compromiso. Más si cabe cuando este verano se celebrará el Mundial de Fútbol Femenino en Francia, donde el swoosh estará presente en 14 de las 24 equipaciones.
El ambiente fue impresionante y se consiguió récord histórico de asistencia en el fútbol femenino aquí en España, con la friolera de 60.739 asistentes. Lo cual debería de ser un punto de inflexión para muchos estamentos. Me quedo con dos partes muy positivas de lo que vi allí: lo primero la cara de felicidad de chicas y mujeres de todas las edades por lo que estaba implicando, y por la cantidad de familias con niños pequeños que estuvieron presentes. Porque si las nuevas generaciones popularizan estas cosas todo será más fácil en el futuro.
Pero esto es tarea de todos. Ellas han hecho lo más difícil, pero ahora queda poner de nuestra parte. Seamos marca, seamos jugadores, seamos medios de comunicación, seamos club o seamos meros espectadores. Todo grano de arena sumará para la potenciación del fútbol femenino, desde los equipos base a los equipos profesionales.
Lo dicho, esto es tarea de todos.
