Toda la trifulca se remonta al uso, por parte del PES 2017 de Konami, de la cara de Maradona sin su permiso. Por lo que ante la demanda interpuesta por licencias de uso, el propio CEO de la compañía se trasladó hasta Argentina para negociar con el 10 y llegar a un acuerdo. Que se traduce en un acuerdo económico por el que el ex-jugador promocionará su videojuego hasta 2020. Mientras una parte de lo obtenido lo destinará a mejorar los campos de fútbol de su Argentina natal.