El regreso de Oasis a los escenarios ha desatado una ola de nostalgia entre sus seguidores, y con él ha resurgido el interés por la estrecha relación que los hermanos Gallagher, miembros fundadores de la banda, han mantenido con el fútbol, específicamente con el Manchester City. Para muchos, es imposible disociar la imagen de Noel y Liam Gallagher del club de fútbol que han apoyado incondicionalmente desde su juventud. Este vínculo, forjado en las gradas de Maine Road, el antiguo estadio del Manchester City, ha sido un elemento central en la identidad pública de los Gallagher, y ha influido profundamente tanto en su música como en su estilo de vida.
La devoción de los hermanos Gallagher por el Manchester City tiene raíces profundas en su historia familiar y en su entorno social. Crecieron en Burnage, un barrio obrero de Mánchester, en el seno de una familia de clase trabajadora de ascendencia irlandesa. En esta época, ser del City no era una elección común, dado que el club atravesaba una de sus épocas más sombrías, mientras que el Manchester United gozaba de éxito y popularidad. Sin embargo, los Gallagher no se dejaron llevar por la corriente; su padre, Tommy Gallagher, era un ferviente seguidor del City, y la tradición familiar dictaba que ellos también lo serían.
El Manchester City, por aquel entonces, representaba la lucha, el espíritu de la clase trabajadora mancuniana, y una resistencia a ser eclipsados por el éxito de sus vecinos rojos. Este sentido de identidad y resistencia es algo que resonó profundamente en los Gallagher, moldeando tanto su carácter como su música. Oasis, desde su nacimiento, se convirtió en un símbolo de la cultura de Manchester, con una actitud desafiante y una autenticidad que reflejaba el espíritu del Manchester City por aquel entonces.
A lo largo de los años, Noel y Liam Gallagher no solo se han mantenido como fanáticos acérrimos del Manchester City, sino que también se han convertido en embajadores no oficiales del club. Noel, en particular, ha establecido una estrecha amistad con varias figuras clave del club, como el exentrenador Manuel Pellegrini y el actual técnico, Pep Guardiola. Esta relación no solo les ha permitido acceso a los vestuarios y al círculo interno del equipo, sino que también ha influido en su percepción del fútbol y de su rol como aficionados.
Uno de los momentos más icónicos de esta relación se dio en 2012, cuando el Manchester City ganó la Premier League de manera dramática con un gol en el último minuto de Sergio Agüero contra el QPR. Noel Gallagher estaba en un avión cuando sucedió, y al aterrizar, fue recibido con la noticia del histórico triunfo. Al enterarse, su reacción fue pura emoción: “No lloré cuando nació ninguno de mis hijos, pero lloré como un bebé cuando Agüero metió ese gol”, confesó en una entrevista posterior. Este episodio es solo uno de los muchos que reflejan la profunda conexión emocional que los Gallagher tienen con el Manchester City.
Por su parte, Liam Gallagher, el más excéntrico de los dos, ha sido visto con frecuencia en las gradas del Etihad Stadium, liderando cánticos y mostrando su apoyo incondicional al equipo. Con su estilo provocador, no ha dudado en expresar su desdén por el Manchester United, lo que ha alimentado la eterna rivalidad entre ambos clubes y sus aficiones.
La relación de los Gallagher con el Manchester City está llena de anécdotas y momentos que han pasado a formar parte del folclore tanto del fútbol como de la música británica. Una de las más destacadas ocurrió en 2011, cuando el City ganó la FA Cup, su primer trofeo importante en décadas. Durante las celebraciones, Noel Gallagher fue invitado a subir al autobús de los jugadores y unirse al desfile de la victoria por las calles de Mánchester, una experiencia que describió como uno de los mejores momentos de su vida.
En otra ocasión, Liam Gallagher se vio envuelto en una polémica cuando criticó públicamente a los jugadores del City tras una derrota, acusándolos de falta de pasión y compromiso. A pesar de su dura crítica, la pasión de Liam por el club nunca ha flaqueado, y estos episodios solo han reforzado su imagen de aficionado apasionado y sin filtros.
La música y el fútbol son dos pilares de la cultura británica, y en el caso de los Gallagher, estas pasiones se han entrelazado de manera única. Oasis, con su sonido distintivo y su actitud desafiante, ha resonado con la misma intensidad que los altibajos del Manchester City. Ambas historias –la de la banda y la del club– están marcadas por períodos de lucha, seguidos de momentos de gloria, y en ambos casos, los Gallagher han sido testigos y protagonistas.
