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Frédéric Kanouté: compromiso dentro y fuera del terreno de juego

Publicado: 25 / 08
Categoría: Fútbol

Frédéric Kanouté: compromiso dentro y fuera del terreno de juego

Publicado: 25 / 08
Categoría: Fútbol

2005 fue un año movidito, la verdad. La muerte del Papa Juan Pablo II daba paso a Benedicto XVI, el IRA ponía fin a la lucha armada, el huracán Katrina desolaba Nueva Orleans y Angela Merkel se convertía en la primera mujer en asumir la cancillería alemana. “Minucias”, te dirán los sevillistas, y es que aquel año en Nervión no hubo acontecimiento de mayor calado que la llegada al club de uno de esos futbolistas llamados a hacer historia con sus goles dentro del terreno de juego y con su solidaridad fuera de él. Hablamos de Frédéric Kanouté.

Nacido en Sainte-Foy-lès-Lyon el dos de septiembre de 1977, Frédéric Oumar Kanouté crece en el seno de una familia compuesta por una profesora de filosofía francesa y un obrero maliense que, como tantos otros, había emigrado a Francia en busca de una vida mejor. De ahí su doble nacionalidad y su polémica elección de jugar con la selección de Mali a pesar de haber defendido la camiseta de Les Bleues en categorías inferiores.

En el césped

El pequeño Kanouté se enamoró del fútbol en las callejuelas de su barrio y no se incorporaría a la disciplina del Olympique de Lyon hasta cumplir los 11 años. Con paciencia y trabajo duro el espigado delantero, que también destacaba por su exquisito toque de balón, haría su debut oficial con el OL en un partido de la extinta Intertoto ante el Odra 1922 Wodzisław Śląski polaco.

53 partidos en Gerland fueron suficientes para llamar la atención de la Premier League. Cruzando el Canal de la Mancha, Kanouté desembarcaría en Londres y, más concretamente, en el West Ham United. Pese a ofrecer un buen nivel, no pudo evitar el descenso de los Hammers en la temporada 2002-2003, motivo que le llevaría a cambiar de aires y recalar en White Hart Lane, previo pago de un cantidad próxima a los tres millones de libras. Por aquel entonces, el delantero parecía haber alcanzado ya su máximo nivel en unas cifras goleadoras bastante corrientes. Nada más lejos de la realidad. Monchi, en uno de sus muchos aciertos, decide apostar fuerte por el maliense, que por aquel entonces cotizaba a la baja, y llevárselo consigo a Sevilla. Empezaba el espectáculo.

La llegada de Kanouté coincide, y no de manera casual, con el época dorada del sevillismo. Dos Copas de SM El Rey, dos Supercopas de España, dos Copas de la UEFA, dos Supercopas de Europa y la posibilidad de codearse con los grandes del panorama futbolístico mundial. Había nacido una estrella. Bueno, más bien dos. Por un lado, el Sevilla FC, un equipo no demasiado acostumbrado a los éxitos y que por fin se hacía un hueco en el Olimpo. Por otro, la leyenda Kanouté, que incluso fue galardonado con el premio a futbolista africano del año en 2007. Dado que en aquella época tocaba batirse el cobre con delanteros de la talla de Samuel Eto’o y Didier Drogba, el galardón adquiere un valor incalculable.

En las siete temporadas en las que defiende la elástica del cuadro hispalense, Kanouté anota más de 100 tantos en todas las competiciones. ¿Quién no recuerda la dupla mágica que conformaba junto a Luis Fabiano? Y no solo eso, sino que demuestra su calidad y su capacidad asociativa junto a auténticos jugones de la talla de Dani Alvés, Jesús Navas, Adriano Correia o Renato. A estas alturas, nadie se atreve a poner en duda que hablamos de un futbolista y un equipo para la historia, ¿verdad?

… y fuera de él

Repasadas las virtudes del Kanouté futbolista, que no son pocas, toca centrarse en su palmarés como ser humano, si cabe, aún mayor. A pesar de estar expuesto a la temible opinión pública, el maliense no trataría de ocultar jamás su compromiso con los más necesitados. En el año 2009, cuando aún era jugador del Sevilla, decidió mostrar una camiseta de apoyo a la causa palestina tras marcar un gol ante el Deportivo de la Coruña en Copa del Rey. El gesto le costó unos 3.000 euros, fruto de la multa impuesta por el Comité de Competición. Tres temporadas atrás, el ariete ya había dado muestras de su compromiso social al negarse a lucir publicidad de una conocida casa de apuestas que patrocinaba al cuadro andaluz.

Tras abandonar Sevilla y colgar las botas en el Beijin Gouan, de la Superliga China, Kanouté se incorporaría a la iniciativa LaLiga Ambassadors para promocionar el campeonato nacional a lo largo y ancho del globo. Todo ello sin olvidar los múltiples proyectos solidarios en los que se embarca a través de la fundación que lleva su nombre. Entre ellos cabe destacar “La Ciudad de los Niños”, una iniciativa que pretende alejar de la pobreza y la muerte a niños huérfanos y desvalidos en Bamako, la capital de Mali. El proyecto cuenta ya con una escuela, una guardería, un centro de formación profesional, un centro de salud, e instalaciones para el deporte y el ocio. Además está en marcha la construcción de una granja que permita autoabastecer a los habitantes de “Sakina”, nombre por el que ha sido bautizada la ciudad y que en árabe significa tranquilidad, serenidad y paz interior.

Una muestra más de su conciencia cívica tuvo lugar hace solo unas semanas, cuando al ser cuestionado por la vuelta de la competición en plena pandemia Kanouté respondió que lo importante en estos difíciles momentos es “salvar vidas” y que “el regreso de LaLiga no es una prioridad”.