Todas levantan sus brazos, cierran el puño y le muestran al mundo la fuerza que tienen. No es para menos. El combinado de España acaba de hacer historia al consagrarse campeón de la primera edición Eurocopa Femenina de Fútbol Sala que se disputó en el Pabellón Multiusos de Gondomar, Portuga
Todo es felicidad por estos momentos. Sus rostros no lo pueden disimular. Acaban de ganarle con extrema autoridad en la final a las locales por un abultado 4 a 0 y el trofeo es de ellas. De nadie más. En algunos años, cuando revisemos el historial de este certamen que acaba de nacer, todos nos acordaremos del elenco conducido por Jorge Vilda que, de principio a fin, demostró superioridad ante sus rivales y fue merecido campeón.
Vestidas de blanco, la Selección española de fútbol sala le acaba de poner un broche de oro a una competición que tiene proyección en el fútbol femenino teniendo en cuenta el auge que está teniendo en todos los rincones del planeta.
Tras superar sin escollos la fase de grupos que compartió con Polonia, Italia y Rumanía, España se topó en semifinales con Rusia a la que vapuleó 5 a 0. El resto es historia conocida. ‘La Roja’ campeona y todas a destapar botellas de champagne.
«Estoy tremendamente contenta y emocionada, el fútbol sala femenino se merecía este escenario, por el ambiente y juego, espero que esto nos ayude a mayor promoción del fútbol sala europeo». Las palabras de la MVP del Europeo, Clàudia Pons, sirven para reflejar los sentimientos de un plantel preparado para llevarse a su país el trofeo y terminar con 35 goles a favor y apenas uno en contra.
La de Portugal fue la primera Eurocopa Femenina de Fútbol Sala de la historia, organizada por la UEFA nueve años después de la inauguración del Mundial que tuvo lugar en los estadios José Caballero (Alcobendas) y Jorge Garbajosa (Torrejón de Ardoz) en España entre el 6 y el 11 de diciembre de 2010 bajo la supervisión de la FIFA. De entonces, Brasil comenzó a desplegar su poderío en la materia al tener en sus vitrinas las 6 ediciones disputadas.
En efecto, el desafío de la reciente campeona europea será arrebatarle tal invicto a las sudamericanas en la próxima competición mundial y tener una nueva revancha de las finales perdidas en 2011 y 2013.
Pero ahora no es momento de pensar en el futuro, sino disfrutar del presente.