El parón del mundo detuvo allá por marzo la competición de clubes más prestigiosa, la Champions League. Ésta no estuvo exenta de polémica: aficionados viajando en masa a Atalanta o a Liverpool cuando aún no se conocía la magnitud de la que se venía encima coparon los titulares deportivos durante semanas.
Tres meses después, la incertidumbre que rodeaba a ‘La Orejona’ se ha esfumado con el reciente anuncio por parte de la UEFA de la disputa de los partidos de la fase final.
Será del 12 al 23 de agosto en el Estádio da Luz de Lisboa, sede de la final de 2014, a partido único a partir de cuartos de final. A pesar de ello, todavía faltan por decidir varias eliminatorias de octavos, que a priori se disputarán en el estadio en el que correspondía jugar la vuelta originalmente (eso sí, a puerta cerrada).
La UEFA ha evaluado con los clubes la situación del COVID19 en cada país y la idoneidad para celebrar los encuentros de forma segura. Tras la reanudación de las ligas nacionales sin sobresaltos ni problemas graves, la condición de local y visitante se mantendrá como correspondía en los partidos de vuelta de octavos de final. Estos se disputarán los días 7 y 8 de agosto.
Atalanta, RB Leipzig, PSG y Atlético esperan rivales, que saldrán de las eliminatorias Barcelona-Nápoles, Manchester City-Real Madrid, Juventus-Olympique de Lyon y Bayern-Chelsea.
Al menos nos espera un verano lleno de fútbol, y las largas tardes de vacaciones sin nada que hacer tendrán fácil solución.
