En 1975, en Inglaterra, se iba a realizar un referéndum sobre la adhesión del país británico a la Comunidad Económica Europea. A principios de ese año llegaba Brian Clough al Nottingham Forest tras haber sido despedido del Leeds United. Al que llegó tras sus éxitos con el Derby County, quien fue capaz de ascender al club de Derbyshire a la First division y hacerlo campeón al año siguiente.
Clough llega a Nottingham con dos jugadores del Leeds que previamente había entrenado en el Derby County, John McGovern y John O’Hare, para poder implantar su estilo de juego estético en contra del futbol directo habitual del las islas. En su primera temporada consigue la permanencia, no sin apuros. Al año siguiente se ubican en la zona alta de la tabla quedando octavos.
La siguiente temporada llegaría Peter Taylor, ayudante con el que llevó al éxito al modesto Derby County. Clasificando al equipo como terceros, lo que les valió para ascender a la First division.
En la vuelta de los tricky trees a la máxima categoría del futbol inglés, se proclamaría campeón de la First division por primera y última vez en su historia. Por delante del todopoderoso Liverpool de Kenny Dalglish, que esa temporada se convertiría por segundo año consecutivo en campeón de Europa.
La temporada siguiente para el Forest se presentaba como una situación totalmente novedosa con la copa de Europa y un equipo que hace dos años disputaba la segunda división inglesa, donde imperaba un fútbol directo. Al cual el técnico británico se oponía firmemente. «Si Dios hubiera querido que jugáramos al pelotazo, hubiera puesto césped al cielo». Se disponía a jugar contra los campeones de las diferentes ligas europeas, muy alejado del fútbol al que estaba acostumbrado a enfrentarse.
Caprichos del destino, quiso que Clough debutara contra el Liverpool, vigente campeón y máximo rival de los tricky trees. Al que eliminaron con un solvente dos a cero, después batirían al AEK de Atenas y al Grasshopper suizo, verdugo del Real Madrid. En semifinales derrotarían al Colonia. En la final le esperaba el campeón sueco, el Malmo.
El técnico inglés se encontraba a un partido de igualar al Madrid como los únicos debutantes de la competición que salen como campeones. Ante este partido tan trascendental, el genio inglés se llevó a su plantilla a Mallorca a una semana de la disputa de la final para relajar a sus jugadores. Medida que fue más que acertada para los ingleses, quienes salieron triunfadores del Olímpico de Múnich.
En cambio, en liga no pudo repetir título, quedando terceros. Solo superados por el Liverpool y el Manchester United, pero al ser campeón de la copa de Europa defenderían el título. En esta nueva andadura en la competición continental comenzaría con encuentros asequibles contra los campeones de Suecia, Rumanía y Alemania oriental (Östers, Arges Pitesti y Dinamo de Berlín respectivamente).
En semifinales se encontraría al Ajax de Beenhakker. Y en la final se encontraban con uno de los máximos aspirantes al título, el Hamburgo, que venía de eliminar al Real Madrid. Privando al club blanco de disputar la final en su estadio liderados por la estrella de la selección inglesa Kevin Keagan.
Otra vez, Clough estaba ante una nueva final continental. A pesar de la envergadura del rival, el técnico inglés repetiría la formula del año pasado. Los tricky trees volvían a tierras españolas los días antes de la final, convirtiéndose por segunda vez consecutiva en campeón de Europa. John McGovern, aquel jugador que había entrenado en el Derby County y en el Leeds, levantaba la segunda copa de Europa para el Forest tras vencer por uno a cero a los alemanes gracias al gol de John Robertson y la gran actuación del portero Peter Shilton.
Los años posteriores no pudieron repetir los éxitos, tanto en el campeonato doméstico como en Europa. De modo que el Forest es el único equipo de Europa que puede afirmar que tiene más copas de Europa que campeonatos domésticos. Y esta proeza no se puede entender sin nombrar el nombre de Brian Clough.
