En la París Fashion Week nadie quedó indiferente tras ver el show de Balenciaga. Un techo lleno de pantallas mostrando imágenes de climas extremos y una pasarela inundada hasta la tercera fila evocaron el posible futuro apocalíptico que se acerca paulatinamente.
De entre todas las prendas que presentaron destacan las equipaciones de fútbol. Recientemente tanto la alta costura como el streetwear están empleando códigos futbolísticos y diseñando prendas que perfectamente se pueden emplear para la práctica de este deporte.
Aprovechando la relevancia a todos los niveles del balompié, Balenciaga ha intentado mezclar dos ámbitos a priori opuestos pero entre los que se pueden establecer ciertos puntos en común. Además, la marca francesa es una de las predilectas entre los deportistas profesionales y no es raro ver a futbolistas vistiendo la firma.
De cualquier forma, este ‘experimento’ de Balenciaga recuerda a las equipaciones de que puedes encontrar en una tienda de segunda mano antes que a las creaciones de una empresa de moda de tal calibre. El resto de la colección -salvo unos monos de motorista- no tiene relación aparente con el mundo del deporte.
Con Balenciaga no hay término medio y, a pesar de que la ejecución no sea la más acertada, es curioso ver cómo las firmas de lujo enfocan sus colecciones hacia el deporte rey.
