Antonio Rüdiger reveló recientemente a sus seguidores en Instagram que se unía al equipo Under Armour, una decisión impulsada por las creencias y principios que comparte con la marca.
«Lo más importante para mí son los valores. Son estos valores los que hicieron que me resultara muy fácil elegir Under Armour, ya que entienden no solo lo que los jugadores soportan durante el juego, sino cómo los competidores nacen y se crían entre bastidores», afirmó Rüdiger.
Rüdiger calza ahora las botas Under Armour Clone Magnetico Pro 2, y la marca está comprometida a ayudarle a ser su mejor versión cada vez que pise el campo.
«En Under Armour nos esforzamos por trabajar con atletas que ejemplifican la entereza, la valentía y el sacrificio para llegar a la cima de sus deportes», afirma Kara Trent, vicepresidenta senior y directora general para EMEA de Under Armour. «Toni personifica nuestros valores y estamos encantados de añadirlo a nuestro equipo, ya que buscamos comprometernos con los jóvenes atletas de deportes de equipo en el fútbol. Tiene una historia increíble, y sus experiencias explican por qué es tan tenaz cada vez que salta al campo y lo da todo por su equipo y su éxito.»
De jugar en los campos de cemento del barrio de Neukölln en Berlín -donde el suelo era tan duro que le salían agujeros en las suelas de los zapatos- hasta la superficie inmaculada del Santiago Bernabéu, donde ahora representa al club europeo más laureado de la historia, el viaje de Rüdiger es diferente.
Su madre era una refugiada de la guerra civil de Sierra Leona y él creció en un barrio de la capital alemana, mayoritariamente de inmigrantes. Según confiesa él mismo, su aventura futbolística no consistió en tener coches caros, grandes casas y jugar en la Liga de Campeones de la UEFA, sino en sacar a su familia de Neukölln.